La ciencia es vital para el avance y desarrollo de los países y su sociedad. Esto es algo que ya sabíamos hace tiempo pero que la pandemia y la rápida respuesta que ha dado la ciencia a la misma nos ha hecho aún más conscientes de su importancia. Y todos los científicos e investigadores implicados en los avances que benefician a la sociedad merecen nuestro reconocimiento. Pero, a lo largo de la historia, las mujeres han sido olvidadas o más bien, borradas de la misma. A pesar de su gran contribución a los descubrimientos y avances relevantes, se ha ignorado su papel, dando siempre el protagonismo a los hombres.
Esta realidad debe acabar cuanto antes, por justicia, para que no suceda nuevamente, y para que podamos mostrar a nuestras niñas y adolescentes que la ciencia no es solo de hombres, que tienen mucho que decir y aportar. Solo así, conseguiremos no perder el talento de la mitad de las nuevas generaciones que actualmente están formándose y decidiendo a qué dedicaran su trayectoria profesional.
En este sentido, Tres Cantos es un municipio de una gran tradición científico-técnica desde sus inicios y, por ello, debe ser pionero y referente en este cambio de mentalidad a una más igualitaria en este campo específico.
De hecho, ya contamos con numerosos nombres de calles de científicos hombres y prácticamente ninguna mujer. Debemos sumarnos a las iniciativas de otros municipios y nombrar calles con nombre de científicas ilustres que contribuyeron a la sociedad, para que se dé a conocer su trabajo y sean referentes de las próximas generaciones.
Además, nuestro municipio, en constante expansión, cuenta aún con una zona deshabitada, sin viviendas ni edificios de ningún tipo, lo que facilita enormemente los cambios de nombres de calles, sin ocasionar ningún tipo de trastorno o molestia.
Por todo lo expuesto anteriormente y, a petición de la Asociación tricantina Ciencia con Tres enCantos, solicitamos al pleno del Ayuntamiento la adopción de los siguientes
ACUERDOS
- Fomentar la vocación científica en las niñas y adolescentes tricantinas a través de la organización de actividades y visitas en colaboración con los centros educativos y asociaciones.
- Apoyar e incentivar cualquier iniciativa que promueva la innovación científica entre los jóvenes tricantinos, y especialmente entre las jóvenes del municipio.
- Visualizar el trabajo de las científicas tricantinas a través de charlas y exposiciones y en la revista municipal.
- Renombrar calles de Tres Cantos con nombres de científicas célebres con el fin de visibilizar su papel en la historia de la ciencia y facilitar su reconocimiento como referentes para las futuras generaciones. Se indican los nombres propuestos y sus méritos científicos:
- Margarita Salas: (Asturias, España, 1938-2019) fue una bioquímica española discípula de Severo Ochoa. Entre sus mayores contribuciones científicas destaca la determinación de la direccionalidad de la lectura de la información genética y el descubrimiento y caracterización de la ADN polimerasa del fago Φ29, que tiene múltiples aplicaciones biotecnológicas.
- Rosalind Franklin: (Reino Unido, 1920-1958) fue una biofísica y cristalógrafa cuyos trabajos con rayos X no solo contribuyeron decisivamente a la determinación de la estructura de doble hélice del ADN, si bien en su corta vida no fue reconocida por ello, sino que fueron clave para revelar la estructura fina de los distintos tipos de carbón, el ARN así como las estructuras de varios virus como el de la polio o el del mosaico del tabaco.
- Henrietta Lacks: (EEUU, años 50) no fue una eminente científica, aunque sin saberlo su contribución a la mejor comprensión del cáncer ha sido incontestable. Era una mujer negra y con bajos recursos económicos en la América de los 50. Fue diagnosticada con un cáncer cervical a consecuencia del cuál moriría con sólo 31 años. Las células extraídas de su carcinoma (HeLa, acrónimo de su nombre) han hecho posible la realización de más de 70.000 experimentos científicos, incluyendo la obtención de las primeras células híbridas humano-ratón, terapias génicas y medicamentos para combatir enfermedades como la leucemia o el párkinson.
- Madame Lavoisier: (Francia 1758-1836). Marie Anne Pierrette Paulze y su esposo Antoine Lavoisier fueron lo que hoy en día llamaríamos un equipo de investigación. El matrimonio Lavoisier desmontó la teoría del flogisto y desarrolló una nomenclatura sistemática para referirse a las sustancias químicas y sus compuestos, aportando la racionalidad de la que adolecía la química hasta esos momentos, motivo por el que se los conoce como la madre y el padre de la química moderna.
- Gabriella Morreale: (Italia, 1930-2017) fue una química ítalo-española centrada en la investigación de las hormonas tiroideas y el yodo en el desarrollo fetal e infantil. Fue la precursora de la endocrinología moderna en España con dos hitos fundamentales: la generalización de la prueba del talón en recién nacidos y la práctica desaparición del bocio por falta de yodo en embarazadas.
- Rita Levi Montalcini: es una de las 17 mujeres galardonadas con un premio Nobel de ciencia (12 de ellas, incluyendo a Rita, en la disciplina de Fisiología). De origen italiano, esta descendiente de judíos sefardíes sobrevivió los años más duros del gobierno de Mussolini instalando en su dormitorio su propio laboratorio. Gracias a su tenaz trabajo, en 1952 aisló el factor de crecimiento nervioso NGF, un hallazgo que permitió conocer mejor los mecanismos moleculares que hacen posible el crecimiento de las células nerviosas.
- Marie Curie: (Varsovia, 1867-1934). Científica polaca nacionalizada francesa, fue pionera en el campo de la radioactividad y la primera persona en recibir dos premios Nobel y la única en dos disciplinas científicas distintas (química y física).