El lunes 1 de febrero se celebró un pleno extraordinario solicitado por el conjunto de la oposición de Tres Cantos para que el equipo de gobierno diera explicaciones a la ciudadanía sobre la gestión de la borrasca Filomena y sus efectos en nuestro municipio.
El debate fue tenso, y aunque se hicieron reproches en una y otra dirección, y se aportaron datos por parte de todos los implicados para apoyar sus argumentos, lo más interesante del debate fueron los silencios. Cuestiones que se plantearon que el equipo de gobierno dejó sin contestar y que aclaran, en nuestra opinión, muchas cuestiones de la nefasta gestión de aquellos días de la nevada.
¿Quién, y cuándo, ha elaborado el Plan de inclemencias invernales que nos han hecho llegar y que guio las actuaciones durante la nevada? No se contestó a esta pregunta, que formulada en más de dos ocasiones por todos los grupos políticos de la oposición. Dicho Plan no tenía fecha ni firma. Imposible saber la respuesta. Silencio absoluto.
¿Por qué los equipos de limpieza dejaron de trabajar cuando la nevada empezó el viernes 9? Silencio.
¿Tenía el Plan de inclemencias alguna indicación para dejar abierta una vía para emergencias? ¿Qué indicaciones daba el Plan para mantener limpios de nieve los accesos a los centros de salud y centros educativos del municipio? Ni siquiera el coordinador de alcaldía supo contestar.
¿Con qué maquinaria se contaba antes de la nevada para despejar las calles del municipio? Solo contestaron con las actuaciones llevadas a cabo tras la nevada, pero nada sobre la previsión. ¿Había un plan para evitar que los coches se quedaran mal estacionados en las calles de nuestro municipio al no poder circular? ¿Qué medios tenía la Policía Local para hacer su trabajo si tuvieron que parar porque se rompieron las cadenas de sus vehículos? Mientras se pedía a los vecinos y vecinas que se quedaran en casa, se les pedía también que salieran a limpiar o que salieran a hacerse fotos para un concurso. Mientras se les decía que no cogieran el coche, se les pedía también que se acercaran al Ayuntamiento a por sal (si es que aún quedaba). ¿Cómo se informó a los vecinos y vecinas que no utilizan las redes sociales? ¿Quién se encargó de coordinar la comunicación con la ciudadanía?
¿Quién coordinó la ayuda de los voluntarios en las tareas de limpieza de la ciudad? ¿Qué solución se ha dado a los niños y niñas que tienen beca de comedor y no han podido ir al colegio durante una semana?
Al parecer, todas estas preguntas no las escucharon, porque no hubo respuesta para ninguna de ellas. Pero, como decimos, estos silencios dicen más que la mayoría de las frases preparadas y argumentos auto-exculpatorios que leyeron sobre sus discursos preparados los concejales responsables de la gestión. Y esos silencios nos gritan claramente un hecho incontestable: que faltó previsión y que los medios preparados eran insuficientes. No había un plan para afrontar la nevada de la borrasca Filomena. Y esto provocó que las tareas tras la nevada se hicieran de forma improvisada y descoordinada. Y esta improvisación hizo que la comunicación con los ciudadanos fuera deficiente y contradictoria. Y que la ciudad se sumiera en un caos absoluto.
Los silencios a veces son atronadores.
Grupo Municipal Socialista de Tres Cantos
Artículo de opinión publicado en: Norte Tres Cantos, n. 549 (feb. 2021), p. 5.