Ha pasado noviembre y, con él, la presentación de los presupuestos municipales. Casualmente ha coincidido con la aprobación, también, en el Congreso, de los Presupuestos Generales del Estado. Los presupuestos son la mejor carta de presentación de un gobierno. Es donde, más allá de las campañas electorales, se ve claramente cuáles son las prioridades de nuestros gobernantes. Y la de Jesús Moreno y su equipo está clara: para ellos, Tres Cantos es como una casita de muñecas.
Lo explicamos. Los presupuestos que acaba de aprobar el PP tricantino son pura estética. Cuando uno mira en qué se quiere gastar el dinero el año que viene, todo es fachada y pintura; el problema es que, si rascamos un poco, la realidad es bien distinta. Hay muchas necesidades en Tres Cantos. Hay muchas facetas en las que debemos ayudar de forma decidida e incisiva a nuestras vecinas y vecinos. Hay muchos gastos superfluos que debemos eliminar.
Las necesidades de nuestro municipio no se pueden meter debajo de la alfombra mientras pretenden inaugurar obras mastodónticas y “representativas”, supuestamente según ellos, de nuestra ciudad. El PP quiere construir para inaugurar, pero no dedica después ni un euro al mantenimiento de sus instalaciones públicas municipales. Se deja sin mantenimiento para que se acabe deteriorando de tal manera que no haya otra solución que derribar y volver a construir. El ladrillo como metáfora de la falta de ambición y de respeto por el dinero público que realiza nuestro equipo de gobierno.
El equipo de gobierno es una continua improvisación. No hay más que ver cómo funciona todo lo que hacen las concejalías: con contrato menor, sin fiscalización previa. No tienen proyecto más allá del medio millón de euros que se van a gastar en publicidad de nuestro alcalde. Las vecinas y vecinos no verán cómo sus problemas más inmediatos se resuelven; verán fotos, cientos, y vídeos, decenas, del alcalde. Medio millón. Medio millón que serviría para invertir en políticas sociales, para reducir la lista de espera de dos meses en servicios sociales, en hacer de Tres Cantos una ciudad sostenible de verdad, en mejorar nuestras instalaciones municipales, en formar a quienes buscan un empleo de forma especializada, en velar por la salud mental de nuestros ciudadanos, en ayudar a las asociaciones y clubes deportivos a seguir dando vida a nuestro municipio.
Tres Cantos no es la casita de muñecas que ve Jesús Moreno cuando pasea por sus calles rodeado de fotógrafos. No. Tres Cantos se merece otros presupuestos, porque los recién aprobados son más de lo mismo: ladrillo, ladrillo y ladrillo. Una suerte de monopoly que pone en peligro nuestras zonas naturales, su flora y su fauna, y, a futuro, la calidad de una ciudad que tiene un potencial increíble si se gestiona de forma adecuada. Y el PP, que no tiene ambición alguna, no es capaz de hacerlo.
Artículo publicado en el Boletín municipal del Ayuntamiento de Tres Cantos (número 144, diciembre 2021)
Grupo Municipal Socialista de Tres Cantos