El 21 de marzo de 1991 nacía Tres Cantos, un pequeño e incipiente municipio que pocos podían imaginar que llegaría a convertirse en la ciudad en la que hoy vivimos. Entre todos los vecinos y vecinas hemos ido recorriendo un camino que nos ha llevado, 30 años después, a compartir una ciudad joven, familiar y próspera.
Y esto es solo el principio. Como representantes de nuestros vecinos, los políticos estamos obligados a solucionar los problemas que surgen en el día a día, pero también tenemos la tarea de imaginar hacia dónde debe avanzar nuestro municipio. Porque el camino que recorremos como sociedad debe tener un objetivo y un rumbo claros.
En mi caso, si tuviera que decir cómo imagino el Tres Cantos de dentro de 30 años, o, mejor dicho, como me gustaría que fuera, hay unas cuantas cosas que destacaría.
En primer lugar, quisiera que nuestra ciudad fuera sostenible medioambientalmente. Dentro de 30 años el cambio climático será cada vez más evidente, y nuestro municipio debería ser puntero en el uso de energías limpias y autoconsumo, utilizando energías renovables en edificios públicos, industrias, empresas y viviendas. Además, me gustaría que nuestro procesamiento de residuos fuera un referente a nivel nacional, y consiguiéramos reducir lo máximo posible la cantidad de basura generada y no reciclada.
También querría que Tres Cantos fuera un referente tecnológico en España. Por un lado, con un tejido industrial de empresas punteras en el ámbito científico y técnico, tanto consolidadas, como aquellas de reciente creación que tengan proyectos transformadores. Ese tipo de sector que generaría trabajo estable y de calidad para los tricantinos y tricantinas. Y por el otro, una ciudad innovadora; con semáforos y pasos de peatones inteligentes, transporte público eléctrico y autónomo, cargadores públicos para coches, una administración electrónica eficiente y cercana al ciudadano…
El Tres Cantos del futuro debería ser, sobre todo, un lugar en el que la gente se sienta a gusto y feliz. Una ciudad que cuide de sus mayores, con un potente servicio público de ayudas a domicilio, pisos tutelados para mayores y residencias públicas para la tercera edad.
Con una amplia oferta cultural y de ocio que cubra las demandas de niños, jóvenes y adultos. Actividades deportivas, de convivencia y de sociabilización que haga de nuestra ciudad un organismo con vida propia, y no únicamente un lugar en el que dormir y pasear.
Me gustaría que Tres Cantos tuviera unos servicios públicos envidiables en educación y sanidad, incluyendo un centro de especialidades médicas, un centro de alto rendimiento deportivo o un conservatorio de música.
Y, además, que el urbanismo mirara por el ciudadano y no únicamente por el beneficio económico. Y eso empezaría por pisos con precios asequibles para que los jóvenes se emancipen, con un carril bici seguro con el que se pueda recorrer la ciudad, con una reformulación del Nuevo Tres Cantos que incluya más parques, más servicios públicos, más comercios, mejores comunicaciones, incluyendo un apeadero de RENFE, y mayor respeto por el medio ambiente, en lugar de bloques de pisos apelotonados unos junto a otros.
El camino de los próximos 30 años lo comenzamos a recorrer ahora mismo, y está en nuestra mano elegir si nuestro rumbo nos convierte en una ciudad mejor y única, o en una ciudad más.
Silvia Rocío Lucena Blas
Portavoz del Grupo Municipal Socialista